¿ Por qué las estatuas tienen penes pequeños ?

Todo el mundo se pregunta por qué las estatuas tienen penes pequeños, y la verdad es que la respuesta es más complicada de lo que parece.
Reconócelo, alguna vez has visitado un museo o has visto una imagen por Internet de la escultura de David de Miguel Ángel, o has contemplado una estatua de un dios griego, y tus ojos se han dirigido a las partes pudientes. Hasta la página de la Wikipedia tiene una fotografía dedicada exclusivamente a esa zona.

Es normal, todo el mundo lo ha hecho, y todo el mundo ha pensado que, se mire por donde se mire, las esculturas clásicas tienen penes pequeños.  Y no es por presumir, eh, pero estarás conmigo en que son insuficientes para enseñárselo alegremente a las generaciones futuras.

Miembros viriles que no dan la talla, ¿por qué?

Ya que millones de personas van a ver esos genitales, los creadores de las esculturas podrían haber gastado un poquito más de mármol en esa zona concreta, exagerando su virilidad.

Al fin y al cabo, muchas de estas obras de arte representan a hombres poco menos que perfectos, eso cuando no son directamente semi-dioses y dioses de pleno derecho. Teniendo en cuenta las historias que encontramos en la mitología de Zeus, en las que fornica con cualquiera a la vista, sin importar la divinidad ni el género sexual, uno podría pensar que lo apropiado sería representar al dios con una gran hombría, pero no es así.

¿Por qué esa obsesión por el sexo pequeño? Ellen Oredsson, de How to talk about art history, tiene dos respuestas, y la primera probablemente ya la habías pensado: simplemente hacía mucho frío aquel y el modelo no podía hacer mucho mas con lo que había.

Bueno, ahora en serio, esos penes son pequeños porque están flácidos, y si los comparamos con los nuestros (si no tienes, acércate al ejemplar macho más cercano y pregúntaselo), nos daremos cuenta de que realmente no hay tanta diferencia, por mucho que nuestro ego nos diga lo contrario.

Por qué las estatuas tienen penes pequeños

La segunda respuesta es algo más compleja, y tiene que ver con diferencias culturales; aunque para la cultura actual tener el pene grande sea lo preferible por la sensación de superioridad que da, en la Antigua Grecia la cosa era diferente: los penes grandes representaban la estupidez, la lujuria y la fealdad en general.
Los hombres de pene grande eran bestias en celo, en ocasiones literalmente hablando, como los sátiros, criaturas mitológicas relacionadas con el apetito sexual que seguían a Dioniso, dios del placer y el vino.
Pero entre los dioses, el que más destacaba sin duda alguna era Príapo, que siempre es representado con un enorme miembro en perpetua erección; en efecto, el pobre nunca podía hacer que bajase, y le llegaron a expulsar del Olimpo por ello, pero son las consecuencias de ser el dios de la fertilidad y protector de rebaños y la agricultura.
Todo esto tiene sentido, porque el hombre perfecto de entonces era un intelectual, alguien que no se dejaba llevar por sus instintos carnales y que actuaba de manera racional. No por ello dejaba de lado sus deseos, como demostraba Zeus, ni dejaba de ser autoritativo; era un tipo de hombre diferente, una figura idealizada a la que por aquel entonces aspiraban todos los hombres.
Con el tiempo y el cambio de culturas, los penes grandes volvieron a las artes; no fue hasta el Renacimiento que la influencia griega volvió a notarse, y de que las obras de esta época recuperasen el pene pequeño. Sin embargo, en el caso concreto del David de Miguel Ángel, es posible que el tamaño del pene contase una historia diferente.

La famosa escultura representa a David preparándose para su pelea contra Goliat, y por lo tanto representa a un hombre con miedo y tensión, algo que se nota si miramos la cara, pero también el pene.